lunes, 7 de septiembre de 2009

El prodigio de la vida

El prodigio de la vida ocurre en un escenario de impresionantes dimensiones.

En primer lugar, en términos temporales, el universo tiene una antigüedad de 14 mil millones de años, los primeros mamíferos aparecieron hace casi 200 millones de años, y la humanidad tiene una historia de 200000 años.

En segundo lugar, en términos espaciales, todavía no sabemos si hay vida en otro planeta del universo; desde el 1995 se tiene evidencia de que hay planetas que giran alrededor de estrellas, de modo que es posible que en el universo haya muchos sistemas parecidos a nuestro sistema solar.

Nuestra estrella, el sol, se formó hace aproximadamente 4500 millones de años, y su nacimiento desancadenó una serie de efectos que acabaron estableciendo las condiciones necesarias para la vida. Fue en torno a esta fenomenal fuente de energía donde se formaron los ocho planetas de nuestro sistema.

La tierra se encuentra a la distancia justa del sol como para permitir la vida. Pero esto no es todo. La masa del sol, su núcleo metálico y los efectos de la gravedad dotan a nuestro planeta de un campo magnético y una atmósfera que bloquean las radiaciones cósmicas nocivas, retienen la energía solar en forma de calor y protege al planeta de los bombardeos de meteoritos. Con la formación de agua se propiciaron las condiciones necesarias para la eclosión de la vida.

Isleta marítima. Archipiélago Vertmannaeyjar. Islandia.

Los humanos tenemos la tendencia a relacionar todo a través de una escala en la que nosotros somos la referencia y la unidad de medida. Sin embargo, en nuestros cálculos no entra el cuidado de nuestro planeta, la administración justa de sus recursos, de modo que podamos cederlo en condiciones apropiadas a nuestros descendientes.